Reto módulo 1: ¿De qué hablamos cuando hablamos de Igualdad de género? #AprendeIgualdad
En este reto he querido profundizar en la tasa de paro del apartado de empleo y prestaciones sociales de la sección “Mujeres en cifras” del Instituto de las Mujeres que se puede consultar en el siguiente enlace:
Aparecen las tasas de paro de mujeres y hombres según:
El nivel de formación alcanzado.
La comunidad autónoma.
El grupo de edad.
El estado civil.
Se trata de una serie de tablas en Excel de las que, por simplificar, yo voy a analizar los siguientes datos específicos:
Según el nivel de formación voy a elegir la fila “Educación superior”. La tasa de paro en las mujeres es del 10,34% frente a un 7,96% en los hombres. El total que agrupa a ambos sexos está en el 14,71%.
Según la comunidad autónoma voy a elegir la fila “Andalucía”. La tasa de paro en las mujeres es del 25,46% frente a un 18,51% en los hombres. El total que agrupa a ambos sexos está en el 21,68%.
Según el grupo de edad elijo la franja “De 40 a 44 años”. La tasa de paro en las mujeres es del 13,40% frente a un 9,06% en los hombres. El total que agrupa a ambos sexos está en el 11,14%.
Por último, según el estado civil me quedo con la fila de “Separad@as o Divorciad@s”. La tasa de paro en las mujeres es del 17,05% frente a un 13,13% en los hombres. El total que agrupa a ambos sexos está en el 15,43%.
En los 4 campos analizados es notable cómo la tasa de paro en las mujeres supera a la de los hombres. En especial, en la comunidad autónoma de Andalucía la desproporción es mayor.
La socialización diferencial entre niñas y niños puede estar en el origen de las desigualdades anteriores. En concreto:
Con asiduidad y en el pasado, el estereotipo familiar era que la mujer atendía la casa y a los hijos y el hombre salía a la calle a trabajar para ganar dinero.
Los medios de comunicación también contribuyen a lo anterior. Incluso en los dibujos animados vemos desde niños que el padre trabaja y tiene una educación superior y la madre, aún pudiendo tener dicha educación, se queda en casa y desarrolla otro trabajo.
En la escuela se otorgan también muchos roles de lo hace un hombre y de lo que hace una mujer, muchas veces heredado de los padres y abuelos.
Por último, y para concluir, a mi parecer creo que algunas estrategias que podrían mitigar las desigualdades de género detectadas son:
Conciliación de la vida laboral y personal para ambos sexos de manera que el cuidado de los hijos se reparta por igual y de ese modo la mujer no se encargue en exclusiva.
Formación continua y promoción profesional para todos los grupos de edades y no sólo enfocarse en las personas jóvenes o recién ingresadas.
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